jueves, 10 de noviembre de 2011

Incorrección política

"La libertad de expresión es decir lo que la gente no quiere oír" George Orwell 

Ya estamos en el ecuador de la campaña, al menos lo que se entiende por campaña electoral oficial, que de la extraoficial llevamos meses y aunque la duración es de 15 días parece tan, tan larga que la sola idea que 8 días más por delante hacen que una tenga ganas de huir sin volver la vista atrás.
Y no porque los candidatos nos estén dibujando un futuro podrido, no, nada de eso, dan ganas de huir porque los hasta ahora representantes del pueblo español y aspirantes a volver a serlo se pasean por la piel de toro absolutamente ajenos a la realidad.
Todos los discursos  son,  además de ofensivos, de una baja talla intelectual como nunca hemos conocido en las historia de la democracia de este país, desde acusar a una candidata de ir de cama en cama  y llamar torpes a los votantes del Psoe (Diego Valderas de Izquierda Unida), hasta publicar un montaje donde la ministra de defensa sale con sus tetas al aire y llamar idiotas, también a los votantes del Psoe (González Pons del Partido Popular)  e incluso insinuar que una jueza, en el cumplimiento de su trabajo, tiene un romance con el alcalde de la capital de Andalucía (Alfonso Guerra del Psoe) y de aquí en más este es el tono de la campaña, como si no existieran 5 millones de desempleados, como si hubieran desaparecidos las listas de espera, como si la ley de  dependencia no estuviera paralizada, como si los trabajadores no hubieran visto recortados sus derechos para que los empresarios campen por sus respetos, como si a los pensionistas no les llegará el agua al cuello, como si la sanidad y la educación no se estuvieran deteriorando a pasos agigantados, como si la justicia no estuviera colapsada, como si no se hubiera santificado el trabajo precario, como si la gente más pobre no estuvieran siendo desahuciadas de sus casas,  como si no hubieran tomado las calles millones de personas para mostrar su indignación y rabia con la clase política y sus acciones. Como si este país no se hubiera convertido en un país triste, cabizbajo y atemorizado. Situaciones todas con visos de empeorar en caso de que sea la derecha más reaccionaria la que presida el próximo gobierno salido de las urnas.
En vista de que así está la cosa, lo ideal es no menearlo, que sí, que esto es la democracia,  callar y votar, que aquí nadie hace autocrítica, ni pide disculpas, ni explican que han hecho y porqué, ni lo que van a hacer ni porqué, tal y como decía una usuaria de twiter uno de estos días “Rajoy dice que no hará lo que ya está haciendo y Rubalcaba dice que hará lo que no está haciendo.” La mentira instaurada como discurso oficial.
Dicho esto  y siendo sincera, en este momentos las ganas que tengo de ir a votar son ningunas, repito, ningunas y me temo que lo que queda de campaña electoral no va a contribuir a motivarme. Siendo el derecho al voto uno de los que más ilusión me hace siempre ejercer.
Y no es que los candidatos sean penosos, que lo son y mucho, es que existe la evidente sensación de votar es un ejercicio que esta vez no va a servir de nada, ya van dos países lo de Europa en los que los gobernantes tienen que dimitir y son sustituidos por economistas muy conservadores y clasistas. Por la única razón de que la única ideología existente es el capitalismo salvaje, a manos de unos mercados que han encontrado en los políticos de principios del siglo XXI los mejores ejecutores de sus sueños neoliberales.
Y me avergüenza mucho que se trate de chantajear a los votantes con el cuento de que viene el coco si gobierna la derecha, esa derecha con las que todas las fuerzas políticas, todas, representadas en el parlamento han pactado y gobernado cada vez que lo han necesitado, que viene el coco cuando te privaticen los hospitales, cuando hay cientos de hospitales concertados con empresas privadas,  que viene el  coco cuando te quiten la educación pública, cuando no se construyen colegios y se conciertas con las órdenes religiosas más sectarias y así hasta llegar al escudo antimisiles, a la ocupación de Afganistán, a la barbarie Libia y por si esto fuera poco y que no va a cambiar gane quien gane, vienen Mariano y sus chicos y dicen que no quieren que los gays y lesbianas puedan casarse y que vamos a poder fumar en los bares de nuevo.
A mi, lo que de verdad me produce miedo, es que la gente sienta de verdad miedo, que la democracia sirva para seguir chantajeando, que la democracia sea solo votar y callar, que los mercados y sus cómplices políticos ejerzan una violencia sutil sin que por eso vayan a ser juzgados y encarcelados. Que el partido popular tenga la posibilidad de gobernar este país solo me produce vergüenza y mucha.
Si  a esto le añades que los políticos habla, hablan y hablan, aunque  sea sin decir nada, de escuchar ni hablamos, para ellos darle voz al pueblo es abrir las urnas cada cuatro años, el resto del tiempo nuestra única tarea consiste en pagar. El mundo se divide en dos, los que joden (unos pocos) y los que son jodidos (unos muchos) siendo en este caso el placer inexistente.
Solo un halo de esperanza me va a llevar a las urnas el próximo día 20 de noviembre, la posibilidad de que mis sobrinos vayan a crecer en un país donde la palabra terrorismo no volverá a pronunciarse  para referirse al hermoso país vasco.
Este post es un desahogo, la situación que vivimos me hace tremendamente infeliz, pero si de algo estoy absolutamente convencida es de que el futuro será los que los ciudadanos queramos que sea, mucho más allá de las urnas,  de lo contrario 21 siglos de historia no habrán servido de nada.
Mientras, haré oídos sordos la campaña, e iré a votar, porque el derecho al voto es algo que durante muchos años estuvo prohibido en nuestro país.

Pd. La mayoría de los habitantes de una ciudad sin nombre decide ejercer su derecho al voto de una manera inesperada. El gobierno teme que ese gesto revolucionario sea producto de una conjura anarquista internacional o de grupos extremistas desconocidos. Las cloacas del poder se ponen en marcha: los culpables tienen que ser eliminados. Y si no se hallan, se inventan.(Resúmen de Ensayo sobre la Lucidez, de José Saramago)

jueves, 27 de octubre de 2011

La banca o la vida

"Pienso que las instituciones bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que ejércitos enteros listos para el combate. Si el pueblo americano permite un día que los bancos privados controlen su moneda, los bancos y todas las instituciones que florecen entorno a los bancos privarán a la gente de toda su posesión, primero por medio de la inflación, seguida por la recesión, hasta el día en que sus hijos se despertarán sin casa y sin techo, sobre la tierra que sus padres conquistaron”, Thomas Jefferson, tercer presidente de los Estados Unidos de América entre 1801 y 1809.
Días pasados tuve la ocasión de asistir a una charla que se impartió en Huelva sobre la alternativa de la banca ética, dicha charla la impartieron los amigos de Fiare, pero hay otras alternativas como la de Triodos Bank, y acudí movida por la curiosidad de saber si esa otra banca es posible y en un nuevo intento de intentar ser coherente con lo que pienso, con lo que predico y saber cuáles son los mecanismos para poder empezar a tomar esta alternativa financiera y ahorradora, en lugar de las entidades bancarias de toda la vida y que sorpresivamente han resultado ser las responsables de todo nuestros males.
La exposición fue muy fácil, breve y esclarecedora.  Según nos contaron, lo único que tenemos que hacer es ir a la entidad bancaria en la que tenemos depositados nuestros ahorros y preguntemos que hacen con nuestro, más allá de pagar nuestra hipoteca (mientras dura, la casa sigue siendo de la entidad) y pagar nuestros recibos (tarea que no hacen gratis, dado que nos cobran unos buenos intereses), la primera respuesta que nos darán es que tenemos que pedir una cita, la segunda será que no nos pueden dar esa información.
Ahora deberíamos preguntarnos , al menos yo lo hago ¿no pueden darme/darnos información sobre que hacen con nuestro dinero mientras no lo estamos utilizando?
Obviamente, lo están utilizando ellos, pero además son muy conscientes porque si nos dieran repuesta a la que hemos preguntado, probablemente saldríamos corriendo de dicha entidad bancaria y posiblemente sin sacar nuestro dinero, sea mucho o poco del que dispongamos.
Y no es que nos vayan a contar que se dedican a pagar buenos viajes, buenas dietas, buenos regalos, buenos sobornos  y buenas jubilaciones, no, eso es lo de menos y eso es algo que ya sabemos y de lo que todos somos conscientes y que nos mantiene bastante indignados, pero si dar ningún paso contra la entidad.
Lo que nos podrían contar y nunca harán es que , según numerosas informaciones no publicadas en la prensa empresarial, con nuestro dinero se especula en bolsa, se trafica con armas, se financia la prostitución infantil y adulta, se amparan todo tipo de abusos físicos y morales, se apoya la trata de blancas, se apoyan dictaduras que violan derechos humanos, se financian y provocan guerras, se blanquea dinero manchado de sangre y se mata a la gente de hambre en muchos lugares a sabiendas de que lo están haciendo, se compran y venden silencios y gritos  y se saben impunes. En definitiva se juega con la vida de las personas,  y lo peor es que todo esto es algo que seguro que siempre  hemos imaginado. 

A mi todo esto me produce mucho desasosiego, mucha rabia, mucha impotencia y muchas dudas, la primera es saber si estoy dispuesta a seguir tolerando este tipo de cosas, la segunda es hasta cuándo,  y la tercera es ¿cómo lo hacemos?  En las entidades bancarias hay trabajadores y trabajadoras, hombres mujeres de buena fe,  para los cuales esa es una manera decente de ganar dinero y que obviamente  no son responsables  de lo que decidan los dueños de dichas entidades, pero  ¿somos cómplices de todas estas maldades? ¿podemos y debemos seguir así? Pues yo creo que no, pero sinceramente no sé muy bien cuál es la respuesta. La alternativa puede estar en la banca ética, es una posibilidad que hay que explorar.
En la misma charla, en la que todos los asistentes eran votantes de izquierda, se nos indico que en las próximas elecciones  del día 20 de noviembre únicamente vamos a decidir el nombre del capataz, porque el dueño del cortijo va a seguir siendo el mismo. Desolador.
Pero quizás, tal vez, en algún momento, seamos capaces de entender que el 1% de la población mundial (bancos y mercado) ha declarado la guerra al resto de la humanidad y que quizás, tal vez, en algún momento debamos plantarnos y decir “con mi dinero, no”, ya sé que no es fácil, pero el pasado 15O demostramos que la respuesta en la calle a esta guerra es global y y hasta el pasado 15M, todo nos parecía imposible.

Igual deberíamos plantearnos, a modo de prueba, acercarnos hasta sus puertas un día y decirles "susto o muerte".

miércoles, 19 de octubre de 2011

Una breve historia de impotencia

Como muchos saben vivo en una planta baja, por encima de mi casa hay 3 pisos más, en uno de los terceros viven desde  hace siete u ocho años una pareja joven con dos hijos, un niño y una niña.
Desde el principio todo fueron voces, malos modos, peleas, y llantos continuos de los niños que por entonces debía tener 4 años él y 2 o 3 ella, casi a todas horas, sobre todo por las tardes noches. Como soy muy metiche, un día cansada de oír a los niños llorar me decidí a llamar a los servicios sociales, contando cómo me  preocupaba lo que me parecía una situación insostenible para esos  niños, me desgarraba el corazón escucharlos.  En asuntos sociales me dijeron que sin denuncia familiar ni escolar nada podían hacer.
Algunos días,  veía a los niños y los saludaba y les daba caramelos, con el tiempo se convirtió en una costumbre y cada vez que pasaban por la puerta de mi casa y estaba cerrada llamaban y si estaba, les abría y les daba su chuchería, mientras proseguían los gritos que se escuchaban por todo el bloque. Al principio de mudarse venían los abuelos maternos, y se llevaban a los niños a pasear, más tarde, solo llamaban al portero para que la madre los bajará hasta que finalmente los abuelos dejaron de venir.
Las voces y los llantos seguían, una noche, el vecino que vive al lado de ellos, la tuvo que llevar al hospital, ninguna sorpresa, él le había pegado tanto que casi le saca un ojo, ella pasó unos días ingresada, él fue denunciado por el hospital, detenido, juzgado y condenado a 16 meses de cárcel.
Con la tranquilidad que le daba a ella saber que su marido maltratador estaba encerrado, consiguió un trabajo, mejoró su aspecto, sus hijos empezaron a sonreír y cesaron los llantos y la vida siguió. Cuando él cumplió su condena, los compañeros de trabajo de ella, venía a buscarla y a traerla para que ella no estuviera sola, hasta sus padres empezaron a volver al piso, ella conoció a un buen hombre, que además trataba muy bien a sus hijos y parecía que había dejado atrás esa pesadilla.
Hace un par de  años, este buen hombre desapareció y a los pocos días, mi vecina volvió con su marido maltratador, al parecer ella creyó que ya no era el mismo, cosa que así parecía.
Una madrugada volvieron las discusiones y las voces y los llantos infantiles, y yo que soy muy metiche, llamé a la policía, que se presentó de inmediato, porque en cuanto  les di los datos de donde vivíamos supieron de quien se trataba, vinieron, pidieron que me identificara y subieron a la casa de mi vecina, desde mi casa apenas escuche como llamaban a la puerta del tercer piso y nada más, al poco rato bajaron, pasaron por mi casa para decirme que ella había dicho que no estaba pasando nada. A los pocos minutos puede escuchar  como él decía  “me da igual que venga la policía, no te vas a volver a salir con la tuya”.
Y, de ahí, hasta hoy, las discusiones han bajado de tono, pero se producen hasta cuándo él llama por el portero de la casa, los niños han crecido y están bastante tristes, pasan bastantes horas en la calle jugando, los padres de ella nunca volvieron, yo que soy muy educada, cuando me cruzo con él, ni lo miro, cuando van los dos juntos, solo la saludo a ella, siendo consciente de que es una víctima y una enferma, como dándole a entender que si me necesita, estoy.
Hace unos minutos, el niño ha llamado a la puerta de mi casa, venía con su bicicleta y al contrario que cuando era pequeño que me pedía caramelos, me pidió que le abriera la puerta (el portero está estropeado) que  iba a pasear  en bici, le he dicho si no era demasiado tarde para andar por la calle, que mañana tiene que ir al colegio, me ha dicho que solo un rato.
Y  es que las discusiones y las voces nunca se terminan.

martes, 11 de octubre de 2011

Del 15M al 15O, otro mundo es posible


Entre una fecha y otra han pasado cinco meses, mucho o poco tiempo, según se mire y según el criterio de cada cual, pero si en el tango 20 años no son nada, cinco meses mucho menos.
He pensado mucho como titular esta reflexión, pero al fin y al cabo da igual, se trata de aportar razones para salir a la calle el próximo sábado y muchas de esas razones tienen forma de palabra.
Palabras como democracia, libertad, esperanza, pasión, valores, rebeldía, ilusión, cambio, movimiento, colectividad, despertar, primavera, responsabilidad, descubrimiento…..dignidad.

Descubrimiento porque hemos sabido encontrar la manera de querer cambiar las cosas de manera pacífica, mal que a muchos les pese.
Responsabilidad por asumir que las cosas no van bien, que las brechas son cada vez mayores y mayores las desigualdades y hemos empezado a llamar las cosas por su nombre.
Primavera porque en ella estábamos cuando nos encontramos y nos reconocimos y cuando nos reconocimos nos dimos cuenta que somos muchos y muchas, de todas las edades, de todas las razas, de todas las clases sociales y en  todos los lugares.
Despertar porque estábamos dormidos, porque pensábamos que democracia consistía en ir a votar cada cierto tiempo, porque  creímos que la democracia consistía en ser medianamente libres, con una mediana libertad de expresión, con una mediana libertad de elección y con una mediana sensación de que ya estaba todo logrado.
Colectividad que se da cuando somos capaces de darnos la palabra y escucharnos y cuando incluso en la discrepancia somos capaces de aceptar que no todos pensamos lo mismo ni tenemos porque hacerlo, que cada una de nuestras ideas cuenta y que sumadas todas pueden ser una gran idea.
Movimiento porque al fin volvimos a caminar, porque estábamos paralizados,  y en distintas columnas nos fuimos moviendo y nos fuimos acercando, porque el movimiento como el camino se hace al andar.
Cambio porque es como si mudáramos la piel tras un domingo soleado y de ser una sociedad soporizada  a la sombra cambiamos a vivir al  sol.
Ilusión porque desde la primera convocatoria  esta fue la pila recargable que nos hace caminar, aún sin saber que íbamos y vamos a encontrar ni cuantos íbamos y vamos a ser, y fuimos muchos y seremos más.
Valores porque una simple frase del gran José Luis Sampedro  consagra este movimiento: “hay que hablar de valores y no de intereses como viene sucediendo hasta ahora”.
Rebeldía porque no hay actitud vital más honesta y valiente que rebelarse frente a las imposiciones de unos pocos, frente a las injusticias, frente a las maldades, frente a las mentiras, frente a las manipulaciones, frente a la insolencia monetaria, militarista y política.

Pasión como motor fundamental para encarar el camino y a tarea por hacer, que ha sido y es arduo y no exento de baches, pasión porque sin esta misma, hasta la vida es imposile.
Esperanza, porqué esta, como el corazón habita en el lado izquierdo de la vida y aunque suene manido, es lo último que se pierde.
Libertad, porque no existe meta más hermosa para las personas, porque nos desprendimos del miedo, del miedo a no decir, a no hacer, a no levantar la voz, a no pensar, del miedo a los poderosos, del miedo a quien nos impone el miedo y del miedo a tener miedo.

Democracia  porque pienso que la democracia es la suma de todas estas cosas y muchas más y porque si bien vivimos en democracia, a veces, lo llaman democracia y no lo es.
El  sábado 15 de octubre  hay que  tomar las calles de todas las ciudades, de todos los pueblos, de todos los lugares, porque la calle es el hábitat natural de las personas y las personas debemos aspirar a unas vidas justas, y, volviendo a José Luis Sampedro “la vida es el referente”.
Dignidad porque no podemos aceptar como normal lo que es inmoral. Toma la calle.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Patrimonio de conveniencia

Tengo 46 años, ya cerca de 47, tuve mi primer trabajo remunerado a los 17, lo que indica que voy a hacer 30 años trabajando entre unas cosas y otras. Y puedo decir con orgullo que mi único patrimonio tangible son apenas 2000 euros en el banco (intentando que no baje para que así Rodrigo Rato no me robe 3 euros más) y una hipoteca, si, una hipoteca, ya se que la mayoría de las personas dirían “tengo un casa” pero es un concepto erróneo, hasta finalizar el pago de la hipoteca la casa es del banco, y a mi aún me quedan 5 años para terminar ese indeseado matrimonio.
Mi casa no tiene grandes lujos, en este momento tiene unas cortinas que piden a gritos un cambio, una cocina y un baño que necesitan una remodelación y las dos camas que ocupan el cuarto de invitados las heredé de un familiar, así como el sofá y la televisión de los que disfruto.
Eso sí,  el mejor patrimonio de mi casa son los libros, los discos y todos los recuerdos que de mis viajes y regalados se esparcen por todos los lugares, es una casa vieja, pero es mi hogar y con ella y en ella tengo suficiente para vivir y para compartir.
También he de  decir que tengo una plaza de funcionaria interina en la Universidad Internacional de Andalucía, plaza que espero consolidar  algún día y seguir en ella mucho tiempo, porque realmente es un gran trabajo que además de un salario mensual de mileurista, me hacer ser mejor persona  porque me alimento de todos y todas las personas que por allí pasan y que afortunadamente son muchas.
No tengo seguro médico privado, porque no lo necesito, porque creo firmemente en la sanidad pública y porque creo que los impuestos que pago cada año me dan derecho a disfrutarla y no tengo un plan de pensiones privado porque creo en el sistemas de pensiones público  y porque pienso que con la cantidad de años de trabajo, dinero y tiempo que estoy entregando a este país, merezco que allá por los 67 (esperemos que se quede ahí) el estado me devuelva en forma de pensión decente la aportación de mi granito de arena a que seamos un país mejor.
Desde hace mucho tiempo oigo decir que los políticos en España están muy mal pagados, sobre todos si nos comparamos con el resto de los países que nos rodean, mi duda es si los políticos de los países  que nos rodean trabajan tan poco o menos que los españoles.
Me voy a referir en concreto a los diputados y senadores que representan a Huelva que es la ciudad donde resido, donde pago mis impuestos y donde voto. Hasta donde yo se, los diputados del Psoe por Huelva en el congreso de los diputados han presentado una sola iniciativa, consistente en que la, de momento irrealizable estación del Ave en Huelva, se llame Estación Zenobia Camprubí, que como todos podemos observar es una iniciativa que va transformar de arriba abajo una ciudad y provincia con el número más alto de Andalucía de desempleados. De los diputados del del  Pp ni se tienen noticias ni se esperan. De senadores y senadoras ni hablamos, deben de ir a Madrid solo para cobrar y votar. Izquierda unida no tiene representantes por Huelva.
Dicho esto, me provoca bastante sonrojo ver el patrimonio de nuestros padres de la patria, que no deben estar tan mal pagados, me produce vergüenza ver que muchos que se dicen de izquierda tienen contratado un plan de pensiones, ver que llevan a sus hijos a colegios privados, por mucho que digan defender la educación pública y me produce asco ver que con 5 millones de parados mucho de ellos ni se inmutan y ni si preocupan, pero sobre todo me produce mucha tristeza comprobar el desprecio que sienten contra quienes los cuestionamos porque ellos se consideran elegidos para la gloria y piensan que somos una banda de desagradecidos. Todo eso sin contar que su jubilación será más fácil y mejor pagada que para quien lleva toda la vida subido a un camión de la basura.
Lo peor de todo es que volverán a estar en las listas electorales, y muchos de ellos volverán a salir elegidos, y nunca darán cuenta a sus votantes porque solo se deben a sus partidos, y volverán  a hacer de su capa un sallo, porque “pa quien no tienen vergüenza tó el campo es suyo”.
Para finalizar, mi único patrimonio son mi familia, mis amigos y mi libertad, que todavía me sirve para decir lo que pienso, sin pagar ningún precio por ello, de momento.

jueves, 25 de agosto de 2011

No es una crisis, es un chantaje

“Lo españoles merecen un gobierno que no les mienta “  Alfredo P. Rubalcaba (13 de marzo de 3004)
Queridos y queridas compatriotas, comparezco hoy para comunicaros  que necesito vuestra ayuda y colaboración. Otras veces me he dirigido a vosotros para pediros el voto, para pediros un aporte y hasta para pediros un sacrificio, hoy, simplemente espero vuestro apoyo. Porque, hoy por primera vez, me atrevo a confesaros que ya no puedo más, no puedo guardar mucho más tiempo este secreto.
Durante meses  y después de callar en un principio, os he venido contando  que no estábamos en la mayor crisis que nunca ha tenido este país, que era pasajera, que no había habido un momento tan complicado como este, pero que pasaría pronto, que las medidas tomadas son necesarias, pero no producto de la  presión de los mercados, que había que hacer sacrificios porque de lo contrario íbamos a desaparecer, que haría hasta los imposible para salir de esta situación costará lo que costara y le pesara a quien le pesara.
Con todo el dolor de corazón, pero con la conciencia de  estar  haciendo lo correcto, por priemra vez en mucho tiempo,  vengo hoy a contaros que os he estado diciendo mentiras durante mucho tiempo, exactamente durante toda la segunda legislatura, y ya no voy callar más.
Esto no es una crisis, nunca lo ha sido, es un chantaje al que nos vienen sometiendo un fondo monetario internacional lleno de reptiles, un banco mundial  lleno de codiciosos personajes, una unión europea que no sirve absolutamente para nada,  unos banqueros que nunca tienen bastante, unos empresarios que creen en la esclavitud y unas agencias de calificación que realmente no existen, porque son un conjunto de todos los sectores anteriormente citados.
Y el chantaje ya se ha tornado insoportable, porque si con estos fueran pocos, el tipo que piensa que va a ser vuestro próximo presidente, también se ha sumado al chantaje, diciéndome en una llamada telefónica “que qué pensábamos, que con  8 años de gobierno de vez en cuando, es suficiente, que él y los suyos son los dueños de todos y es hora de hacer caja de nuevo y de poner en práctica nuevas medidas de esclavitud y poner a funcionar de nuevo el derecho de pernada”.
Por eso es por lo que quiero vuestra ayuda, porque a pesar de todos los errores cometidos, no estoy dispuesto a seguir aceptando el chantaje y a seguir diciendo la mentira de que la crisis que está llegando a su fin. Y si bien hasta ahora pensé, como buen padre, que creía saber que era lo mejor para vosotros, mi país aún,  sin consultaros, definitivamente no, seguir aceptando el chantaje no es lo mejor.
Por eso,  pidiendo humildemente disculpas por los errores cometidos y las mentiras dichas, os digo, que tal y como nos ha indicado humildemente el 15M, ahora es el momento de la ciudadanía, el momento de pedirle que vuelva a la calle, que no se canse, que no se rinda, que otras políticas son posibles y que el monstruo al que uno se enfrenta cuando gobierna es gigante pero también vencible, solo que hasta ahora nadie lo ha afrontado con suficiente fuerza y valentía, pero que de seguir campando por sus respetos, las personas dejaremos de tener los pocos derechos que durante muchos años de lucha obrera y social hemos conseguido.
Y en este momento en que varias generaciones de jóvenes y ya no tan jóvenes, tanto en nuestro país, como en el resto del mundo, están mejor preparados y capacitados que en ningún otro momento de la historia, es el momento de decir  YA BASTA.
Y por esta razón, presento mi dimisión, porque el chantaje ya se ha vuelto intolerable y no quiero que ningún futuro gobernante de este país vuelva a pasar por lo mismo.  Y no solo este país, la crisis económica mundial del 23 finalizó con las primera guerra mundial, posiblemente una guerra de ese calibre hoy no sea posible en nuestro primer mundo capitalista, porque el monstruo al que nos enfrentamos utiliza otros recursos para seguir saliendo airoso y ganar sus guerras, pero solo de la ciudadanía,  a la que durante tanto tiempo hemos pretendido dirigir, ningunear  y adocenar, dependerá que no sea así.
Ha sido un honor haber sido vuestro presidente, mi último servicio es  esta sinceridad que os debía “esto no es una crisis, es un chantaje”

viernes, 12 de agosto de 2011

A propósito del Papa

Como declaración de principios he de decir que no me opongo a la visita del Papa.  Dicho personaje es jefe de un estado y puede venir invitado como tal por el jefe de estado de este país. Lo que no es el caso, como el Papa es multipolar, en ese caso no es una visita de estado, en este caso actúa como jefe de una gran secta y acude invitado por los adeptos a la secta que en este país habitan. Y mientras las sectas sean legales, pues hay que dejarlas transitar. Al fin y al cabo el objetivo  de estas jornadas es hacer caja y poco más.
Dicho esto, he de decir que lo que me molesta es que el dinero público (es decir de todos los ciudadanos de un estado aconfesional como este) se utilice para jalear la fiesta que durante 5 días se prepara, no me opongo a que se dote de las infraestructuras básicas, al igual que se hacen en los conciertos, festivales musicales o cualquier otra clase de grandes concentraciones.  Tampoco me opongo a que toda la gente que quiera participar en este evento lo haga, faltaría más, para mi existen cientos de maneras de pasar unas vacaciones, pero cada quien es libre de hacer de su capa un sayo. Faltaría más.
Lo que me molesta es que la televisión pública vaya a dedicar la mayoría de su tiempos en alguno de sus canales a transmitir los mensajes homófobos, machistas, intolerantes y pasados de moda que el santo padre y sus secuaces tienen la costumbre de practicar, lo que me molesta es que el presidente del gobierno que yo he elegido  vaya a rendir pleitesía a este señor que viene en visita privada, lo que molesta es el uso de espacios públicos para una religión cuando en iguales circunstancias ninguna otra se ve tan favorecida, siendo como somos un país multicultural religiosamente hablando también, lo que me molesta  es que los ayuntamientos gasten un dinero que no tienen en colaborar con este tipo de eventos discriminando a otros. Lo que me molesta es que en tiempo de crisis, se despilfarre el dinero público para satisfacer a un grupo que solo se representa a si mismo.
En realidad la visita del papa no me parece ni mal ni bien, me da un poco igual teniendo en cuenta que esta visita no es el principal problema ni de este país, ni de este mundo en este  momento y al igual que sucede con todos los acontecimientos últimamente, el ritmo vertiginoso de la realidad, hará que un par de días después esta visita ya sea historia, no creo que el papa se vaya a salir del guión, habitualmente se evade de la realidad (como buen político actual) y solo ver lo que quiere ver (qué es la paja en el ojo ajeno). Eso sí, un poco de humildad no vendría mal.
La realidad es que en España los homosexuales y lesbianas se casan y son felices, la realidad es que la medicina puede salvar vida utilizando para ello la vida de otro familiar, la realidad es hay más gente que se casa por lo civil y no por la iglesia, la realidad es que incluso hay más gente que viven en pareja sin hacer ningún tipo de trámite, la realidad es que nos podemos divorciar y podemos abortar con plena seguridad, la realidad es que podemos elegir morir con dignidad, la realidad es que los creyentes cada vez creen menos en la iglesia oficial, que las iglesias están cada vez más vacías y la jerarquía se niega a hacer autocrítica responsabilizando de sus torpezas y abusos a todo lo que se mueve a su alrededor. La realidad es que la doble moral sigue siendo una moda bastante practicable.
La realidad es que por encima de este circo, que mediáticamente alcanza los niveles de un campeonato del mundo deportivo, de unas olimpiadas o de un desastre natural, hay una iglesia de base que trabaja, que está cerca de quien la necesita y que no necesita espectáculos pirotécnicos para agrandar su fé y su invalorable tarea.
La realidad, triste realidad, es que después de 35 años de democracia, no ha habido un gobierno en este país que haga efectiva la separación iglesia-estado, lo que significa que la demagogia y la palabrería que muchos y muchas  utilizan están de más.
 El Papa vendrá y se irá, como otros muchos gobernantes totalitarios (como es el caso) ó demócratas, que por este país pasan, menos protestar y más laicidad de verdad. Al fin y al cabo esta visita es una nueva maniobra de distracción masiva.

viernes, 5 de agosto de 2011

La vida en un vuelo

Mi asiento era el 19D en el vuelo que me trajo de regreso a Méxco desde Mérida. Cuando embarcamos con una hora de retraso, el asiento 19F (ventanila) está ocupado por un niño de unos 12 años, de grandes ojos y  que llora desconsolado aunque sin querer hacer ruido. Al sentarme, recordé haberlo visto en compañía de una pareja mayor al ir a facturar al equipaje, muy inquieto, por eso me llamó la atención.
No me resisto a preguntarle porqué llora, se encoge de hombros, como avergonzado y le vuelvo a preguntar "si tiene miedo a volar", me responde que sí, "¿es la primera vez que te montas en un avión?, la segunda, ¿a donde vas? a San Francisco", su primer vuelo en avión fue el de ida a México.
Viaja solo, la pareja que lo despidió en el aeropuerto son sus abuelitos (termino utilizado por él) y en San Francisco lo espera su mamá, en el avión, su único punto de apoyo es el azafato que se ha hecho cargo de él.
Tras un rato de silencio me pregunta donde vivo, en España le digo y quiere saber cuantos aviones más debo tomar para volver a mi casa, "dos más, México a Madrid y Madrid a Sevilla" me cuenta que él uno más y repite que su mamá lo espera. Pasado unos minutos vuelve a preguntarme si tengo hijos, no le contesto "¿y con quién vives? sola, pero mi familia vive muy cerca, y ¿cuando los ves?, pués casi todos los días". De pronto vuelve a echarse a llorar y me dice "es que no se cuando volveré a ver a mis abuelitos y los he dejado solitos".
Al momento el azafato responsable se acerca a nuestros asientos y al verlo llorar lo invita a sentarse adelante, más cerca de él, al fin y al cabo y hasta el reencuentro con su madre, es su único rostro familiar.
A la salida del avión, lo encuentro, aún con lagrimas en los ojos, y le pregunto ¿como te llamas? Alex, contesta. Buen viaje a San Francisco,  Alex.
Este niño y su llanto silencioso no se me va de la cabeza desde entonces, y tomo conciencia real de que esta historia es la de miles de migrantes mexicanos que diariamente cruzan a Estados Unidos huyendo de México. ¿Cuántas familias son separadas al día por la pobreza, la violencia y la injusticia?. Muchas, demasiadas, en cualquier momento y en cualquier lugar.

lunes, 25 de julio de 2011

Al otro lado del río

Es mi cuarto día de estancia en México y me he tomado un respiro, pues desde que llegué todo ha sido un no parar, y eso que apenas he visto a una cuarta  parte de amigos y amigas que quiero y voy a intentar ver, y ni he visitado todo lo que quiero volver a visitar, ni he conocido tanto lugares que me quedan por conocer.
Por suerte, es la septima vez que vsito este hermoso país y me alojo con la mejor amiga que aquí se pueda tener, así que ya no tengo las urgencias de la primera vez, es lo que tienen los buenos amantes, que saben que ofrecerte aunando experiencia e improvisación, y que tu te puedas permitir el lujo de elegir el momento.
Pero como en los buenos amores, los reencuentros son maravillosos. Volver a Coyoacán ha sido como volver al lugar de la primera vez, almorzar chiles en nogadas,  como volver a vivir  el primer beso, visitar el sábado el mercado de San Ángel, con sus calles empedradas, sus pintores exponiendo sus cuadros de colores, los vendedores de atrapa-novios, y tomar una cerveza acompañada de chicharrones con chile y unos buenos tacos, es como abrazar al hermano guapo de tu amante, y con este,  visitar el auditorio nacional y saber que los mejores actores de este país representan una obra de teatro que se llama "El día más violento" donde, a través de la vida de Carmen y Aquiles Serdán, te cuentan que la revolución aún sigue en andamios (metáfora de este país y de tantos otros). Sí, a pesar de ser temporada de lluvias, sale el sol y desayunas unos buenos chilaquiles verdes, y te adentras en el cuerpo de tu amante, vas a llegar directo al Zócalo, epicentro de esta ciudad, donde entre el palacio nacional y su imponente catedral, también existen acampadas, para seguir caminando en todos los sentido y encontrar los nuevos tesoros y descubrimientos de lo que un día fue Templo Mayor y que, aún hoy es capaz de dejarte sin habla y hacerte  sentir pequeña ante lo grande, y cuando menos lo esperas, nada es comparable a la emoción de llegar al Colegio de San Idelfonso y descurbir, que quién allí aguarda es, nada más y nada menos, que José Saramago, de quien todos decían que estaba muerto, pero que esta ciudad que lo ama se encarga de desmintir.  Para poder asimilar las emociones, caminas 15 años después de la primera vez, hasta un lugar llamado Sanborns (de los que en México hay cientos) la diferencia es que este del que hablo, es conocido por el  "Sanborns de los azulejos" y que fué el lugar donde los zapatistas, con Emiliano Zapata al frente desyunaron cuando entraron triunfantes en la ciudad de México, para luego seguir caminando por una calle Madero ahora ya solo peatonal llena de gente, musicos, estautas ambulantes, plicías compando a los piratas y encontrarte feliz ante el palacio de Bellas Artes, lugar donde se vela en esta ciudad a los muertos que para siempre viven, lugar donde ver espectáculos culturales, murales  y sonreir. En el camino de vuelta a casa, avanzando por calzada Tlalpan, donde los moteles más famosos te ofrecen felicidad por horas, una se acuerda y crée ver al maestro Carlos Monsivais, el mejor cronista de esta ciudad, desde donde quiera que esté.
Y mientras todo esto sucede, en un lugar que nadie diría que es violento llamado Noruega, la violencia se desata a manos de cualquier clase de asesinado pirado y mientras todo esto sucede, en un lugar que nadie diría que es revolucionario llamado España, la gente toma la calle como si no tuvieran nada mejor que hacer, por la única razón de que les va el futuro en ello.
Y mientras la vida sigue, en un lunes lluvioso, nada mejor que pasar por la Ghandi, una de las mejores librerías de Latinoamérica para comprar las últimas novelas de Paco I. Taibo, de Elmer Mendoza, de Laura Marínez Belli y los últimos discos de Lila Dwons y Eugenia León. Y cumpliendo un clásico de mis viajes, me ha tocado hacer tortilla de patatas para mi querida anfitriona, no merece menos.
Ya se que parece que a veces no hay lugar para el optimismo, pero creédme si os digo, que si hay algún sitio para empezar a serlo es el distrito federal y cualquiera de sus calles.

miércoles, 20 de julio de 2011

Y ¿por qué México?

Pues porque sí, porque es como volver a casa, porque siempre me ha dado más que yo a él, porque nunca pide nada a cambio, porque es el país de las revoluciones, de los sueños, del surrealismo, por la Malinche, por Octavio Paz, por Pedro Páramo, por Carlos Fuentes, por Diego Rivera, por Siqueiros, por Orozco, por Frida Khalo, por Tina Modotti, por Vicente Fernández, por Chavela Vargas, por Lila Downs, por José Alfredo Jiménez y Paquita la del Barrio, por Molotov, por Rosario Castellanos, y por D. Samuel Ruíz,  por Guillermo Arriaga, por los Taibo I y II porque acogió generosamente a nuestros exiliados cuando en nuestros país se instalo la fea y dura realidad de la dictadura, Por Emiliano Zapata y por Pancho Villa,  por las soldaderas (mujeres imprescindibles en su historia) por María Félix, por Katy Jurado, por Emilio Fernández, por Jorge Isaac, por Cantinflas y Tintán,  por los Tigres del Norte, y los Tucanes de Tijuana, por Elmer Mendoza, por las valientes mujeres de Ciudad Juárez, por Lidya Cacho, por el Sub-Comandante Marcos, el comandante Tacho y la comandanta Ramona, por los Bichir, por Ignacio López Tarso,  por el cura Hidalgo, por la virgen de Guadalupe, por Leonora Vicario, por acoger a Trosky, por Benito Juárez, por su tremenda solidaridad con los demás en tiempos difíciles y porque aún en los momentos más duros sabe seguir caminado, por los zapatistas, porque todos y cada uno de sus estados es hermoso y acogedor, por sus indios e indias, por su mercados, por sus pirámides, por sus volcanes, por su historia, por los chilaquiles, las sabritas, la cajeta, la cecina, los chiles enogadas, por el mole, las quesadillas, por el sonido de hacer tortillas en los campos y comunidades al amanecer, por el tequila y el mexcal, por los mariachis, por sus olores, colores y sabores, porque nunca se arredran, por su grito de independencia, por sus hombres y mujeres tremendamente valientes, muchos de ellos amigos míos, porque me dio la oportunidad de conocer a gente imprescindible en mi vida, porque aunque no es oro todo lo que reluce, ese pueblo está por encima de sus gobernantes y de sus narcotraficantes, porque siendo un país que no entraba en mis planes llegó a mi vida como una pasión inesperada para quedarse, porque como ya he dicho, es el mejor amante que he tenido y tengo, generoso, divertido, apasionado, vivo, contradictorio, porque es un país capaz de lo peor y de lo mejor, por hacernos creer que es posible un mundo donde quepan muchos mundos y por miles de cosas más que no cabrían en este espacio.
Por qué es en México donde me terminó de nacer la conciencia allá por enero del  94. Y porque si después de leer y escuchar las noticias, tienes miedo de ir hasta allí, es que han ganado los malos.

jueves, 14 de julio de 2011

Vacaciones

El 15 de julio empiezan mis vacaciones, muy deseadas este año, quizás más que otros, porque parece que hubieran pasado 12 meses en vez de 6, y soy consciente que no sería justo quejarme, si  tengo vacaciones es porque tengo un trabajo que permite disfrutar del derecho a las vacaciones, son 5 millones las personas que en este país no van a tenerlas por la triste razón de que no tienen empleo, y a tenor de lo visto tampoco lo van a tener en un futuro cercano, cuanto menos lejano.
Pero créanme si les digo que esto es posible. Tratando de hablar en primera persona, he de decir que llevo más de un año haciendo el trabajo de dos personas y no solo yo, también muchos de mi compañeros, y no solo ellos, en todos los lugares de trabajo hace tiempo vienen sucediendo lo mismo. Como consecuencia de esta situación, todos estamos más cansados, y al estar más cansados el trabajo se resiente y al resentirse el resultado a ofrecer no es el deseado y al no ser el deseado, nadie está contento y así volvemos a empezar.
Yo no soy empresaria y ni si quiera tengo conceptos económicos claros para aportar una solución numérica, pero si tengo claro que así no podemos seguir, por la sencilla razón de que en cualquier momento empezarán a fallarnos las fuerzas, aunque quizás eso es lo que muchos quieren, que fallen las fuerzas para que los lugares de trabajo se conviertan en un páramo donde los derechos de trabajadores y trabajadoras no existan y así podamos volver a la esclavitud laboral sin excusas.
Sucede que yo estoy convencida que este camino es un camino erróneo, más bien hay que tomar un camino en dirección contraria,  que es que podamos trabajar en mejores condiciones para que trabajemos más contentos, y trabajando más contentos rindamos más, y si rendimos más, más gente podrá trabajar y  entonces ganamos todos.
Hoy en día, existe la mentalidad que si  reduces  la cantidad de trabajadores, ahorras salarios, ahorras impuestos y ganas más por todo eso que te ahorras, pero los trabajadores estamos llegando a un punto de cansancio tal que es una situación difícil de resistir y la calidad del producto se está resintiendo bastante, lo que solo genera pérdidas en una situación ya de por si delicada y frágil. Solo las grandes empresas, sobre todo relacionadas con la tecnología, han entendido que cuanto más cómodos y felices estén sus trabajadores más ganancias de cualquier tipo van a tener ellas, y ahí están los datos para corroborarlos.
Estas empresas apuestan por confiar en sus trabajadores, libertad de horarios, compatibilidad de la vida laboral y familiar, entornos agradables, salarios justos, derechos irrenunciables, todo esto sumado, está dando un resultado impecable en calidad y en cantidad.
Es bien sabido que el trabajo es un derecho y que una vez adquirido este, se convierte en una obligación, por eso la mejor manera de que todos podamos trabajar y de paso abandonar esta crisis moral y económica que padecemos, es repartir el empleo, es decir que algunos trabajen menos para que otros pueda trabajar, solo esto garantizará  un futuro mejor en todos los sentidos.
Todo lo que signifique jornadas de trabajo de más de 40 horas semanales, salarios injustos, recorte de derechos, amenazas de despido y abuso de parte de empresas ya sean públicas y privadas, irán  en detrimento del estado del bienestar, de los derechos conseguidos y de la sociedad. No es posible tolerar que 5 personas hagan el trabajo de 10 y cobren como si trabajaran 3, ni posible, ni justo, ni decente.
El cansancio físico y mental que me acompaña en el momento de iniciar las vacaciones no es solo una sensación personal, lo vengo escuchando y viendo hace mucho tiempo en mucha gente, clase trabajadora como yo, con la que me relaciono normalmente, así que definitivamente algo estamos haciendo mal.
Repartamos el empleo, disfrutemos de lo que hacemos, crezcamos como personas, seamos más justos, y disfrutemos la vida, porque esta es mucho más que trabajar de sol a sol, restando tiempo a la familia, al ocio, al descanso.
No quiero más trabajo y por supuesto no quiero más dinero, porque este no nos sirve de nada si el cansancio nos impide salir a gastarlo. Feliz verano, quienes tengan vacaciones que las disfruten, quienes no tienen trabajo, que lo encuentren pronto, yo estoy dispuesta a compartir el mío.

miércoles, 15 de junio de 2011

Nada nuevo bajo el sol

En memoria de José Saramago, un año si el, te echo de menos.
El movimiento 15M cumple un mes y hasta hoy nadie se había salido del guión, pero hete aquí que justo el 15 de junio hay quien ha decidido que un mes es tiempo de vida suficiente.
Primero fue la incredulidad ante la magnitud de lo sucedido en las calles y acampadas, luego llegaron los falsos guiños de complicidad y simpatía disfrazadas de las palabras compresión y empatía, mas tarde algunos pasaron a culparnos de los resultados electores, un momento seguido repartieron leña a los de Barcelona,  más tarde pasaron a blindarse a las puertas de los ayuntamientos y hasta personajes como la lideresa pensó que podía apropiarse de la idea de las listas abiertas, hasta que el día de hoy se desató la ferocidad contra un movimiento que es libre y que no pueden controlar, quizás eso es lo que les molesta.
Desde hace muchos años, en este país estábamos acostumbrados a tener una opinión que digeríamos desde por la mañana hasta por la tarde sin atrevernos a pensar por nosotros mismos, ni cuestionar nada, para no salirnos de los establecido,  vivimos en una sociedad teledirigida por los medios de comunicación que ya no informan, sino que defienden unos intereses empresariales  y nos creímos que eso era la libertad de expresión.
Solo que esta vez el guión que escribieron no ha tenido el final por ellos esperado, en el fondo de su pensamiento esperaban que nos  agotáramos en el camino, que este movimiento fuera un flor de un día, mientras ellos pensaban esto, el 15M crecía, hablaba con los vecinos, con los estudiantes, volvía a encontrarse, preparaban movilizaciones, tomaban decisones, se dirigían a los lugares donde se decide todo, los parlamentos, en definitiva seguía echando raíces para crecer,  y el final no fue  él que ellos esperaban. Eso sí, el guión lo escriben aislados y vallados en su propia cobardía.
Y en ese momento sacaron su artillería desestabilizadora, los antisistemas  y violentos productos del propio sistema injusto de unas desigualdades cada vez mayores  y que mucha veces forma parte de sus esquemas, en sus cabezas y en sus planes no hay espacio un movimiento pacífico, sabio, electrizante y sobre todo con ganas de trabajar por un futuro mejor  y desterrar un presente indigno, diseñado por los poderosos  y ejecutado hasta ahora sin fisuras.
Y digo alto y claro, a mi estos políticos no me representan y por supuesto estos violentos muchísimo menos,  pero la verdad no sería completa si no denunciáramos  la sutil violencia que ejercen los mercados  contra todo el mundo, ellos, de los que nadie quiere decir sus nombres, son violentos hasta el extremo de matar a gente de hambre todos los días, de generar millones de desempleados todos los días,  de recortar derechos a los trabajadores todos los días, pero esa violencia, por elegante se la recibe en palacios y salones blindados para que la miseria no les moleste.
No señores, no. Lo que es intolerable es que se gobierne para el pueblo pero sin el pueblo, se saqueen países a manos llenas como están haciendo con Grecia sin importarles las personas que allí viven, es intolerable  salvar el culo a los banqueros, lo que es intolerable es aprobar la próxima semana un pacto del euro que no hará más que seguir empobreciéndonos para  que otros sean más ricos, intolerable es despojar a la gente de su vivienda después de haberla despojado de su trabajo, lo que es inadmisibles es recortar, recortar y recortar todo, menos sus prebendas. No señores, no nos representan, ni ustedes, ni ningún tipo de violencia, venga de donde venga.
El final de esta película, aún no está escrito, pero todo parece  indicar que los próximos capítulos debemos escribirlos en las calles, el primero de ellos el próximo domingo día 19 de junio. Porque de las calles solo nos pueden sacar de dos maneras, una cambiando y mejorando este sistema para que quepamos todos  y otra,  a palos, ustedes eligen, nosotros ya lo hemos hecho, hemos despertados y de ser solo votantes y pagantes, hemos pasado a ser ciudadanos.
Hay quien piensa que tapando el sol con un dedo, este dejará de brillar. Larga vida al 15M.

sábado, 4 de junio de 2011

Rabia

No encuentro otra palabra para definir mi estado de ánimo después de las elecciones del pasado 22 de mayo. Rabia y tristeza, puede que también desilusión, ó todos juntos.
Esto es lo que  hay, unos resultados en los ha subido mucho la abstención y los votos en blanco, donde el partido más a la derecha posible se sienten ganadores, porque en parte lo son y donde la izquierda o quienes se dicen de ella, que una cosa es decir y otra ser, han perdido, y no solo votos, sino credibilidad, apoyo y poder.
Y en esas estamos, en el poder, que debe ser una sensación fantástica porque si no, no se explican pactos infames y silencios cobardes.  Y es que no han entendido nada de lo que está sucediendo y quizás nosotros tampoco, de lo contrario no se entiende que no sigamos en la calle haciéndoles ver que no nos representan, porque a mí, desde luego no me representan.
Cuando la política se convierte en un medio para vivir y muy bien y deja de ser un fin para que no haya sectores desfavorecidos y las brechas no se agranden y se transforme la sociedad, es la muerte de la democracia tal y como la entendemos,  que dice la real academia de la lengua que la democracia es doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobiernos y predominio del pueblo en el gobierno político de un estado, o sea, nada que ver con lo que tenemos actualmente, en él que el papel del pueblo es pagar,  votar y callar.
Auguro un mal futuro a la izquierda y por ende a todos nosotros si no hacen una profunda reflexión, escuchan a sus votantes y simpatizantes y sobre todo al movimiento 15M que no está muerto como muchos creen, es una semilla que está plantada y no dejará de crecer. Y tiene que definir claramente cuál es el límite de su ideología, porque no se puede decir que se es de izquierda y hacer políticas de derechas y no se puede decir que se es de izquierda y apoyar gobiernos municipales de derecha, porque entonces resulta que todos son de derecha.
Yo no, y no me da vergüenza decirlo, me gusta ser de izquierda y trato todos los días de ser coherente, pero al contrario de lo que piensa mucha gente, yo no tengo nada que demostrar, son ellos, a quienes yo mantengo con mi dinero y es a mí a quienes ellos deben sus explicaciones.
No es un sueño, pero yo espero que un día al levantar la vista veamos una tierra que ponga libertad.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Frente al espejo

Tengo 46 años, a los catorce fui a mi primera manifestación, con mis padres y mis hermanos, recién estrenada la libertad en este país, aún no conocía el significado de manifestarse. A los 17, ya sabiendo bien lo que hacía,  me manifesté en contra de la decisión del primer gobierno de Felipe González de entrar en la OTAN, como finalmente sucedió. Y hasta ahora.
Desde entonces hasta aquí he salido a la calle cada vez que he considerado que había una causa justa para hacerlo, algunas veces hemos sido muchos, otras veces hemos sido menos y otras veces hemos sido solo algunos. Jamás he escondido mi ideología, soy de izquierda, sin complejos y sin matices y siempre he peleado por lo que creo. Algunas veces hasta he tenido que soportar bromas  más ó menos cariñosas sobre si no me cansaba de protestar y aunque a veces he tenido la tentación de rendirme, finalmente nunca ha sucedido, y mira que ahora me alegro.
Han sido tiempos difíciles para las protestas, porque desde hace un tiempo nos instalamos en el pensamiento de que ya estaba todo conseguido, en casi todo el mundo y en este país, con una democracia más o menos consolidada, nos acomodamos y pensábamos que así íbamos a estar siempre hasta que llegamos a la primera década del siglo XXI, y los mercados sin nombres se apropiaron de todo, de nuestras vidas, de nuestros principios y de nuestras haciendas. Y la crisis nos puso frente al espejo y al mirarnos descubrimos que no habíamos convertido en un país, en un continente y en un mundo feo y viejo y que a nuestro alrededor hay millones de personas que no viven igual de bien que nosotros.
Pero sobre todo,  que pensábamos que nos habíamos convertido en un país con más derechos, cosa que es cierta, y de pronto descubrimos que nos bajaban los salarios, que nos recortaban derechos laborales, que nos crecían los desempleados, que los banqueros mandaban, que las reformas económicas iban en dirección contraria a la sociedad y que de nuevo los ricos eran más ricos y los pobres más pobres.
Pero sobre todo descubrimos que teníamos miedo, miedo a hablar, miedo a opinar, incluso miedo a pensar, porque si lo hacíamos, perderíamos nuestro trabajo, o lo perdería nuestro padre o nuestro hermano, empezamos a hablar en susurro para ni siquiera escucharnos a nosotros. Y los medios de comunicación empezaron a callar y a obedecer. Y entonces nos dimos cuenta que existían las redes sociales y que estás servían y eran útiles  para algo más que para comentar y colgar fotos de viajes y fiestas, servían para expresarse libremente, casi siempre con respeto, pero sobre todo están sirviendo para encontrarnos, reencontrarnos, reconocernos y sumar, sumar y  sumar, hasta multiplicar.
Y de estas redes sociales salió el colectivo de indignados y de indignados pasamos a pensar, y de pensar pasamos a citarnos y cuando nos citamos salimos a la calle y cuando salimos a la calle, pensamos que era el mejor lugar para  quedarse, y cuando nos quedamos quisieron echarnos y cuando nos echaron fuimos más y cuando fuimos más,  nuestros representantes políticos que previamente habíamos votado en unas elecciones, no supieron que decir, y cuando no supieron que decir, alguno tuvo la tentación de reprimir, pero no se le puede poner puertas al campo.
Y por la simple regla de tres de que este país en los últimos años se ha convertido en un país con más derechos  que nos han hecho mejores, lo que está sucediendo desde el pasado 15 de mayo nos está haciendo grandes, por madurez y por corazón. Porqué desde  el kilómetro 0 está saliendo el Sol y ya es primavera. 
Y porqué cuanto más justos y libres seamos, otro mundo será posible.
Pd.: el próximo domingo no me quedaré en casa, iré a votar y luego me pasaré por la acampada.

jueves, 5 de mayo de 2011

Campaña y se acabó

"Democracia: doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno / predominio del pueblo en el gobierno político de un estado." Según definición de la Rae. 

O como dice el gran Ramón Lobo "empieza la nada".
Ya ha comenzado la campaña electoral y se han publicado los resultados de la últimas encuestas realizadas en todo el estado español, con el resultado más nefasto de todos los posibles para el Psoe, los regulares tirando a malos para IU y los exultantes para el pp.
Francamente que el pp vaya a arrasar a mi me produce todas las emociones posibles que van desde la sorpresa  (incompresible que ganen en tiempos de crisis, sin programa, y con una banda de corruptos muy considerables en sus listas), miedo (porqué en sus listas hay mucha gente con ideas mucho más reaccionarias y peligrosas que durante la dictadura y gente muy mala con malos principios) y desazón porqué a pesar de todo, no consigo entender como nadie puede ir a votar al pp, ojo, que ya se que todos los votos son iguales, pero ¿votar a la derecha? A mí eso se me hace un mundo, ¿Qué quieren que les diga?
Pero desde ya digo que no me voy a sentir responsable de la derrota del Psoe, ni siquiera de la poca subida de Iu, aquí ya todos somos mayores y tenemos que apechugar con las decisiones que vamos tomando y con los giros bruscos que vamos dando, en política más que nada, porque traicionar la confianza del ciudadanos debería ser pecado mortal.
No espero nada de la campaña electoral, de hecho tengo la intención de no prestarle ninguna atención, a no ser que oiga algún exabrupto, bien cierto  es que las campañas electorales no sirven para casi nada, no deciden casi  nada y no consiguen casi ningún voto, porque quienes asisten a los distintos actos son los convencidos y cuándo  salen en los informativos, de aburridos que estamos ni prestamos atención.
Las campañas electorales  solo sirven para que candidatos y candidatas se escuchen a si mismos y para no hablar de lo que realmente importa a los ciudadanos, que es la realidad diaria, que en este país cada  día está más dura, y esos mismos candidatos dan demasiadas veces la impresión de que solo están salvando su propia situación personal. Afortunadamente, la mayoría no es así, tengo amigos que son candidatos y que de verdad quieren transformar la sociedad y a quienes les va a tocar pagar los platos que otros más arriba han roto.
Ya estoy empezando a escuchar “claro que los de izquierda nos abandonan”,  “quienes no van a votar, que son de los nuestros tienen la culpa” y sobre todo la frase que más detesto “es que los de izquierdas somos muy exigentes” y ante esta ya me quedo atónita y siempre me pregunto,  y n eso ¿es malo, es una enfermedad incurable, un defecto?, porque yo pienso que en la vida hay que ser exigentes, en todos los ámbitos de la vida, porque  solo así tendremos lo mejor y seremos mejores.

Y aclaro, desde ya, que no me creo nada de lo que vayan a decir, que esta clase política necesita una renovación, que en mi ciudad votaré una opción de izquierda porque Huelva necesita un cambio con mucha urgencia,  ó de lo contrario pasará de moribunda a cadáver, y sobre todo que a partir de las elecciones municipales me niego a asumir el hecho de votar a la opción menos mala para este país, porque eso es pervertir la democracia.

 

lunes, 25 de abril de 2011

Sin razones


Vuelvo a este blog después de un tiempito de abandono justificado en no ver nada con claridad y en no saber cómo digerir tanta injusticia y tanta noticia desasosegante. Y vuelvo para ver si alguien me ayuda y me da alguna razón convincente para el próximo 1 de mayo salir a la calle con los sindicatos y las fuerzas políticas de izquierda.
Porque la verdad es que en estos momentos, en los cuales parece ser más necesario que nunca salir a la calle, yo necesito motivos, pero no porque nos los  haya, que hay muchos y cada día más, sino porque a veces parece que los motivos nos afectan a muy pocos e incluso a quienes no nos vemos directamente afectados en estos momentos, afortunadamente, pero  tocando madera que en el  futuro que es mañana nunca se sabe que puede pasar.
Hace muchos años que el 1 de mayo salen/salimos a la calle pocas, muy pocas personsa, pensaba yo en mi eterna ingenuidad que en esta época de crisis económica y moral, recortes de derechos, trabajos precarios, horarios inflexibles, despidos fáciles, cierre de fronteras, mala educación y explotación laboral, además de muchas otras causas, saldríamos en masa todos y todas a la calle a decir que “¡¡¡hasta aquí hemos llegado!!!.
Pero no,  resulta que en un país que en el que hay 4 millones y medio de desempleados, en una comunidad autónoma donde hay  1 millón de desempleados y en una provincia donde los desempleados suman más de 40.000, todo apunta a que las manifestaciones serán poco numerosas  y el desinterés  por  protagonizar este día tan, tan fundamental para trabajadores y trabajadoras está en pleno apogeo.
Más aún, resulta que en un país , en una comunidad autónoma y en una provincia dónde miles de trabajos son precarios, donde detrás de una contrata hay una subcontrata y otra subcontrata más, dónde miles de contratos son precarios y se obliga a la gente a trabajar más horas de lo estipulado, donde se paga en dinero negro a trabajadores y trabajadoras, donde a quienes no son de nuestro país se les paga menos que a quienes sí lo son, donde en muchos sitios no se hacen ni contratos laborales,  donde en muchos sitios se prohíbe a la gente afiliarse a los sindicatos, se les despide si hacen huelga, se asusta a trabajadores y trabajadoras si opinan y reclaman mejoras, nadie tiene intención de salir a la calle el 1 de mayo de 2011.
Con estos datos, me pregunto varias veces al día ¿qué razón tengo yo para salir el 1 de mayo en manifestación de la mano de los sindicatos y de fuerzas políticas que ni ellas misma se aclaran en su ideología? A lo visto, ninguna, los sindicatos nos llamaron a una huelga general y luego pactaron la subida de la edad de la jubilación con el gobierno y la Ceoe, los desempleados que tan triste están parece que ni fuerza tienen para salir a la calle porque sienten, no sin razón, que nadie se ocupan de ellos, los precarios que se dan con un canto en los dientes de tener esa poca cobertura, al igual que el númeroso sector de trabajadores "sumergidos" y quienes tenemos trabajo  no salimos porque pensamos que nunca nos va a tocar y que además ”cada palo aguante su vela, que yo bastante tengo con lo mío…” y así se escribe la historia,
Lo que no parecemos entender es que cada 1 de mayo nos jugamos el futuro, un futuro que de seguir así nos va a coger sin derechos y con más obligaciones, y pensándolo bien si encuentro al menos dos razones para ir a la manifestación, una la posibilidad de ver a gente que solo veo de año en año y en ese momento y la más importante es que quienes murieron para que tuviéramos derechos que cada día nos son arrebatados merecen un respeto y un lugar enorme en nuestra memoria, para que al menos su muerte no haya sido gratuita.
Viva el  1 de mayo, ahora y siempre.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Momentos

A veces la felicidad está en las pequeñas cosas, quizás porque a medida que se van cumpliendo años aprendes a elegir que vas queriendo y que no y que te va a proporcionar  más o menos satisfacción y aprender a valorar los buenos momentos de los que no esperas nada y sien embargo te producen felicidad y sobre todo una sonrisa infinita que se prolonga más allá de la falta de sueño, de los sinsabores del trabajo y las turbulencias que asolan el alma.
Ayer me tocó vivir uno de esos momentos que hoy y durante días atesoraré y economizaré en un  lugar de honor de mis paraísos privados a donde siempre puedo volver.
Ya dije en mi primera entrada en este blog, que carezco que inteligencia y lucidez y que todas mis emociones anidan en el estómago y hoy las mariposas están revueltas en su volar, pensando que la felicidad son momentos en los que sucede lo que no esperas.
Esta es la historia de un encuentro largamente  imaginado, deseado y ¿quién lo iba a decir? cumplido, mucho más allá de lo soñado.
Hace algunos años, creo que en  la semana santa del año 2007, un buen amigo me prestó la novela de Santiago Roncangliolo, Abril Rojo, ganadora del premio alfaguara 2006 y me dijo “te va a encantar, te vas a reír mucho”. He de reconocer que yo tenía mis suspicacias porque  las novelas premiadas no  siempre tienen calidad y a veces solo nos venden un producto, aun así confiando en el criterio de Luis (que así se llama el amigo prestante) empecé a leerla y ya no puede parar hasta llegar al final, literalmente, me la bebí como si fuera un buen gin-tonic.
Suele pasarme que cuando un escritor me gusta,  me lanzo compulsivamente a leer todo lo que ha  escrito, pensando que sus novelas van a seguir la misma línea que la debutante y que voy a seguir gozando. No es el caso de Roncangliolo, sus novelas y ensayos son, hasta ahora totalmente diferentes, pero igual de sabrosos, da igual que nos cuente una historia de pudor, un cuento de caimanes, una personalidad como la de Abimael guzmán, las memorias de una dama ó nos regale un viaje a Japón que nos deje tan cerca de la vida.
A partir de ese momento, empecé a seguirlo con su blog, sus columnas en El País, sus intervenciones en la ventana y decidí  fantasear con la idea de que viniera a Huelva en alguno de los eventos literarios que tenemos porque yo sentía la necesidad y las ganas de decirle que es un magnífico escritor, que es un placer leerlo, escucharlo y que me encantaría que me firmara uno de sus libros.
El 29 de marzo, con una primavera pujante en Huelva, el sueño se hizo realidad, Santiago Roncangliolo llegó, sacó sus  armas y nos regaló un maravilloso  relato negro sobre el “Chino Pajares”, que en realidad es una novela que habla de amistad, de complicidad, de geografías, en definitiva de la vida, con la que pudimos comprobar la magia de este escritor al juntar palabras y que nos hizo reír y disfrutar de una velada literaria diferente.
Una vez terminada la conferencia y en muy buena compañía, la noche transcurrió entre cervezas, vinos, tapas, sonrisas y chismes sobre Alfredo Bryce  Echenique y  Fidel Castro, Mario Vargas Llosa y Aznar, Boris Izaguirre y Jaime Bayly y confidencias sobre la utilidad del Facebook, la falta de sueño por tener bebes, cocinas y comidas, el primer beso, la perdida de la virginidad y la posibilidad de volver a encontrarnos en la casa común del festival. A veces la realidad supera a la ficción y un gran escritor es una persona normal.
Cuando iba camino de casa para dormir  yo  había trazado un mapa de su sonrisa  para no perderme cuando esté lejos……gracias Santiago.