miércoles, 20 de julio de 2011

Y ¿por qué México?

Pues porque sí, porque es como volver a casa, porque siempre me ha dado más que yo a él, porque nunca pide nada a cambio, porque es el país de las revoluciones, de los sueños, del surrealismo, por la Malinche, por Octavio Paz, por Pedro Páramo, por Carlos Fuentes, por Diego Rivera, por Siqueiros, por Orozco, por Frida Khalo, por Tina Modotti, por Vicente Fernández, por Chavela Vargas, por Lila Downs, por José Alfredo Jiménez y Paquita la del Barrio, por Molotov, por Rosario Castellanos, y por D. Samuel Ruíz,  por Guillermo Arriaga, por los Taibo I y II porque acogió generosamente a nuestros exiliados cuando en nuestros país se instalo la fea y dura realidad de la dictadura, Por Emiliano Zapata y por Pancho Villa,  por las soldaderas (mujeres imprescindibles en su historia) por María Félix, por Katy Jurado, por Emilio Fernández, por Jorge Isaac, por Cantinflas y Tintán,  por los Tigres del Norte, y los Tucanes de Tijuana, por Elmer Mendoza, por las valientes mujeres de Ciudad Juárez, por Lidya Cacho, por el Sub-Comandante Marcos, el comandante Tacho y la comandanta Ramona, por los Bichir, por Ignacio López Tarso,  por el cura Hidalgo, por la virgen de Guadalupe, por Leonora Vicario, por acoger a Trosky, por Benito Juárez, por su tremenda solidaridad con los demás en tiempos difíciles y porque aún en los momentos más duros sabe seguir caminado, por los zapatistas, porque todos y cada uno de sus estados es hermoso y acogedor, por sus indios e indias, por su mercados, por sus pirámides, por sus volcanes, por su historia, por los chilaquiles, las sabritas, la cajeta, la cecina, los chiles enogadas, por el mole, las quesadillas, por el sonido de hacer tortillas en los campos y comunidades al amanecer, por el tequila y el mexcal, por los mariachis, por sus olores, colores y sabores, porque nunca se arredran, por su grito de independencia, por sus hombres y mujeres tremendamente valientes, muchos de ellos amigos míos, porque me dio la oportunidad de conocer a gente imprescindible en mi vida, porque aunque no es oro todo lo que reluce, ese pueblo está por encima de sus gobernantes y de sus narcotraficantes, porque siendo un país que no entraba en mis planes llegó a mi vida como una pasión inesperada para quedarse, porque como ya he dicho, es el mejor amante que he tenido y tengo, generoso, divertido, apasionado, vivo, contradictorio, porque es un país capaz de lo peor y de lo mejor, por hacernos creer que es posible un mundo donde quepan muchos mundos y por miles de cosas más que no cabrían en este espacio.
Por qué es en México donde me terminó de nacer la conciencia allá por enero del  94. Y porque si después de leer y escuchar las noticias, tienes miedo de ir hasta allí, es que han ganado los malos.

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