miércoles, 19 de octubre de 2011

Una breve historia de impotencia

Como muchos saben vivo en una planta baja, por encima de mi casa hay 3 pisos más, en uno de los terceros viven desde  hace siete u ocho años una pareja joven con dos hijos, un niño y una niña.
Desde el principio todo fueron voces, malos modos, peleas, y llantos continuos de los niños que por entonces debía tener 4 años él y 2 o 3 ella, casi a todas horas, sobre todo por las tardes noches. Como soy muy metiche, un día cansada de oír a los niños llorar me decidí a llamar a los servicios sociales, contando cómo me  preocupaba lo que me parecía una situación insostenible para esos  niños, me desgarraba el corazón escucharlos.  En asuntos sociales me dijeron que sin denuncia familiar ni escolar nada podían hacer.
Algunos días,  veía a los niños y los saludaba y les daba caramelos, con el tiempo se convirtió en una costumbre y cada vez que pasaban por la puerta de mi casa y estaba cerrada llamaban y si estaba, les abría y les daba su chuchería, mientras proseguían los gritos que se escuchaban por todo el bloque. Al principio de mudarse venían los abuelos maternos, y se llevaban a los niños a pasear, más tarde, solo llamaban al portero para que la madre los bajará hasta que finalmente los abuelos dejaron de venir.
Las voces y los llantos seguían, una noche, el vecino que vive al lado de ellos, la tuvo que llevar al hospital, ninguna sorpresa, él le había pegado tanto que casi le saca un ojo, ella pasó unos días ingresada, él fue denunciado por el hospital, detenido, juzgado y condenado a 16 meses de cárcel.
Con la tranquilidad que le daba a ella saber que su marido maltratador estaba encerrado, consiguió un trabajo, mejoró su aspecto, sus hijos empezaron a sonreír y cesaron los llantos y la vida siguió. Cuando él cumplió su condena, los compañeros de trabajo de ella, venía a buscarla y a traerla para que ella no estuviera sola, hasta sus padres empezaron a volver al piso, ella conoció a un buen hombre, que además trataba muy bien a sus hijos y parecía que había dejado atrás esa pesadilla.
Hace un par de  años, este buen hombre desapareció y a los pocos días, mi vecina volvió con su marido maltratador, al parecer ella creyó que ya no era el mismo, cosa que así parecía.
Una madrugada volvieron las discusiones y las voces y los llantos infantiles, y yo que soy muy metiche, llamé a la policía, que se presentó de inmediato, porque en cuanto  les di los datos de donde vivíamos supieron de quien se trataba, vinieron, pidieron que me identificara y subieron a la casa de mi vecina, desde mi casa apenas escuche como llamaban a la puerta del tercer piso y nada más, al poco rato bajaron, pasaron por mi casa para decirme que ella había dicho que no estaba pasando nada. A los pocos minutos puede escuchar  como él decía  “me da igual que venga la policía, no te vas a volver a salir con la tuya”.
Y, de ahí, hasta hoy, las discusiones han bajado de tono, pero se producen hasta cuándo él llama por el portero de la casa, los niños han crecido y están bastante tristes, pasan bastantes horas en la calle jugando, los padres de ella nunca volvieron, yo que soy muy educada, cuando me cruzo con él, ni lo miro, cuando van los dos juntos, solo la saludo a ella, siendo consciente de que es una víctima y una enferma, como dándole a entender que si me necesita, estoy.
Hace unos minutos, el niño ha llamado a la puerta de mi casa, venía con su bicicleta y al contrario que cuando era pequeño que me pedía caramelos, me pidió que le abriera la puerta (el portero está estropeado) que  iba a pasear  en bici, le he dicho si no era demasiado tarde para andar por la calle, que mañana tiene que ir al colegio, me ha dicho que solo un rato.
Y  es que las discusiones y las voces nunca se terminan.

1 comentario:

  1. La primera acción es convencer a esas mujeres de que tienen dos problemas: el maltratador y la tolerancia hacia el maltrato por un amor muy mal entendido o porque tienen la autoestima bastante más abajo del suelo.
    Olvidaba un tercer problema: muchos jueces, son reacios a considerar la violencia de género otra cosa que no sea un "problemilla doméstico", a seguir.

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