Septiembre a veces
suena a resignación y otras a resurrección.
Resignación entre quienes acaban
sus vacaciones, quienes regresan a un trabajo que no les gusta, quienes dicen
volver a la rutina, quienes tienen que dejar a sus hijos al colegio, quienes
tienen que despedirse de un amor de verano.
Resurrección porque hay quienes
regresan a un trabajo que los hace sentirse bien, hay quienes la rutina le parece una fiesta,
quienes celebran que sus hijos empiecen a desenvolverse fuera del hábitat
familiar, quienes prolongan el amor de
verano.
Septiembre es uno de mis meses
favoritos, es el mejor mes del verano junto con el de octubre. Porque es el mes
en el que el verano no se aglomera, puedes disfrutar de la playa sin intrusos,
puedes disfrutar de la vuelta a la ciudad de los intrusos, puedes alargar las
tardes aunque se haga de noche más pronto porque el calor te permite ir
ligerita de ropa, puedes ver amanecer mientras camina rumbo al trabajo. Puedes
sonreír a la adversidad y la novedad, a
la rutina y al movimiento, a las olas y los días nublados.
Durante muchos años he disfrutado
de mis vacaciones en septiembre, porque
me gusta disfrutar del verano en Huelva, son las ventajas de vivir cerca del
mar, y nunca busco mar para vacacionar, soy más de piedras y museos, aunque
hubo un tiempo que era más de campamentos solidarios. Y septiembre para viajar
es mucho mejor, no hay tantas aglomeraciones, es más barato y si la intención
es viajar a Latinoamérica, septiembre es primavera.
Septiembre no es el principio ni
el fin, septiembre es la continuación, quizás debamos aprender a vivir sin el
sobresalto continuo de tener que vivirlo como el principio o el final de algo,
sin la rutina anual de hacer todo tipo de planes que solo nos traerá
frustración. Septiembre es un mes cálido, que es lo mejor que se puede ser y
hay que dejarse abrazar. Un mes para
seguir caminando., para seguir sonriendo, para seguir disfrutando y
viviendo.
A mi septiembre me sabe a viajes,
a revolución, a música, a independencia, a encuentro, a letras, a besos.
Septiembre me sabe a besos. Con b de septiembre.
Esos aromas cuasi otoñales al atardecer, la playa solitaria...
ResponderEliminar