El pasado viernes recibí una
llamada de teléfono de una de nuestras alumnas que quería hacerme una consulta,
parecía una llamada más, pero no lo era.
La alumna, que ha terminado su
trabajo de investigación necesita una constancia, hasta ahí todo normal; le
indico cual es el trámite que tiene que hacer ella para solicitarla y cuáles
son los nuestros para hacérsela llegar (envíos por correo electrónico y postal)
y es en ese momento cuando ella me cuenta que no, que por favor no se la enviemos
por correo postal que ya no vive en la dirección que tenemos de ella, le pido
que me envíe los datos de su nueva dirección postal y me dice que no, que no
puede hacerlo.
Y se produce un silencio en el
hilo tras el que ella me cuenta que ha sido víctima de violencia de género y
que no puede indicarme cuál es su nueva dirección, está en una casa de acogida.
Se me para el corazón, literalmente. Le digo que lo siento y que cualquier cosa
que necesite, estoy a su disposición, que ella es fuerte y recia (la recuerdo
perfectamente, recuerdo a la inmensa mayoría de mis alumnos y alumnas) y es
entonces cuando empieza a temblarle la voz y me cuenta brevemente el infierno
que ha vivido. Le digo que no se preocupe, le deseo suerte en su nueva vida,
justicia y le dejo un abrazo.
¿Qué porque cuento esto?
Porque esta llamada se produce el
mismo día que el candidato a las elecciones europeas del partido popular,
Miguel Arias Cañete, dice en una
entrevista “debatir con una mujer es difícil porque mostrar superioridad
intelectual parece machista” http://bit.ly/1sV1wB3,
y no rectifica, no lo hace porque eso es lo que realmente piensa de los hombres
y de las mujeres.
Porque esta llamada se produce el
día siguiente de que el presidente del gobierno, Marianao Rajoy, en el marco de
la celebración del Día de la Familia, da un discurso, http://bit.ly/QMMfDU, en el que entre otras cosas dice “por muy duras que puedan ser las
discusiones en casa, nunca se pueden romper los lazos“no importa que te griten, te peguen, te maten, no rompas los lazos mujer,
nunca. Y sí, esto es lo que Rajoy piensa y por eso actúa políticamente como
actúa, con leyes represoras en general y contra la mujer en particular.
Porque esta llamada se produce
días después de que un sacerdote en una celebración de primera comunión,
durante la homilía, http://bit.ly/1ijR3qU, diga “antes un hombre se emborrachaba y pegaba
a su mujer, pero no la mataba” delante de niños en pleno proceso educativo para
entender lo que está bien y lo que está mal, lo que hiere y lo que no. Y
emborracharse que cada quien haga lo que quiera, pero pegar a tu mujer porque vas borracho, no solo es delito, sino
que además es una tremenda cobardía.
Podría echar la vista a atrás, a
los últimos meses, concretamente desde que se presentó el proyecto de ley del
aborto, que considera a la mujer como incapacitada para decidir algo tan personal,
o a los últimos dos años, en los que los recortes de este gobierno han dejado
las partidas presupuestarias para la erradicación de la violencia de género han
quedado en limosna. Por no hablar de la eliminación de Educación para la
Ciudadanía tras la última reforma educativa.
Yo acuso de cómplices con estas
ideologías, con estos discursos y con estos modos, a los militantes y votantes
del partido popular, a quienes les ríen las gracias, a quienes los justifican,
a quienes no lo sancionan, a quienes no abandonan la iglesia cuando se dicen
estas cosas, a quienes los disculpan, a quienes hacen chistes sobre la
violencia machista contra las mujeres o simplemente chistes machistas, o racistas, o xenófobos.
Cuando ofenden, ningunean,
maltratan y asesinan a mujeres solo por el hecho de serlo, ofenden, ningunean,
maltratan y asesinan a toda la humanidad y en este país (al igual que en otros
lugares) quienes están incitando a eso parecen tener nombres y apellidos.
Dejadnos vivir, dejadnos elegir, dejadnos decidir, dejad que nos equivoquemos. Dejadnos en paz si no sois capaces de entender que somos iguales, si no sois capaces de compartir el espacio que habitamos en este planeta.
Y una de estas mujeres maltratadas es alumna de la universidad donde trabajo. Tiene rostro, tiene vida y también tiene nombre y apellidos: el de todas las víctimas. Por ti, por todas, para que NI UNA MALTRATADA MÁS. NI UNA MUERTA MÁS.
Dejadnos vivir, dejadnos elegir, dejadnos decidir, dejad que nos equivoquemos. Dejadnos en paz si no sois capaces de entender que somos iguales, si no sois capaces de compartir el espacio que habitamos en este planeta.
Y una de estas mujeres maltratadas es alumna de la universidad donde trabajo. Tiene rostro, tiene vida y también tiene nombre y apellidos: el de todas las víctimas. Por ti, por todas, para que NI UNA MALTRATADA MÁS. NI UNA MUERTA MÁS.