lunes, 29 de septiembre de 2014

Yousuff y Juan

“Atrapado en una cárcel llamada España”  Juan Murez Díaz

Yousuff es un chico senegalés que llegó a España en patera hace 8 años; llegó a Tenerife desde Mauritania tras salir de Senegal , anduvo por varios lugares del estado español hasta terminar recalando en Almería. Durante estos ocho años no consiguió regularizar su situación (podría haberlo hecho, la ley permite que quien reside más de 5 años sin papeles, puede solicitar el permiso de residencia) porque andaba de un lado para otro, porque otras veces le robaron, por desconocimiento, un cúmulo de circunstancia rayanas en lo desesperante, pero que nunca lo vencieron.

Hasta que un día mi amigo Juan se cruzó en su camino y conocimos su historia, la historia de un chico que sobrevivía cada día y que nunca le negaba una sonrisa a nadie. Yousuff, es un inmigrante que quería volver a su país, sin papeles, sin trabajo, comiendo lo que le daban, durmiendo en una casa que lo acogía y trabajando cuando podía. 

A Juan se le ocurrió la idea de usar las redes sociales para una causa justa y puso una foto de Yousuff y contó su deseo y parte de su historia, aquí: Yousuff

Como era de esperar mucha gente reaccinó muy bien, se recaudó dinero no solo desde aquí, sino de mucha gente que vive fuera de España para comprarle un pasaje, y hasta sobraba un poco para que se llevara a su casa y pudiera iniciar una nueva vida y todos pensamos que este hombre iba a ver realizado su sueño de volver a su casa en pocos días (estamos hablando del 24 de febrero). Hasta que nos topamos con la burocracia.

Para comprar el pasaje de regreso a su país tenía que renovar el pasaporte, para renovar el pasaporte necesitaba el dni senegalés pero lo había perdido entre tantas mudanzas, como no había ese documento, tuvo que pedir una partida de nacimiento a Senegal, para pedir la partida un miembro de su familia (padre o madre) tenía que desplazarse hasta Dakar y los dos son mayores, desde aquí era imposible hacer nada.

Mientras él ha ido trabajando en lo que ha ido surgiendo, sin vergüenza y como si su regreso no estuviera pendiente de un papel, un maldito papel. Siempre sonriendo dice Juan en las noticias que nos iba dando. Febrero, marzo, abril, mayo, junio, julio.
Para mediados de agosto ya estaba el papel para renovar el pasaporte, ahora había que ir a Madrid a que se lo sellarán y poder tomar ese avión que lo devolviera a casa. Yousuff seguía con su vida y salvo Juan y Paca, los demás parecía que nos habíamos olvidado de él.

Hasta que el pasado 24 de septiembre llegó la tan esperada noticia, ya están todos los papeles en regla y Yousuff vuelve al lugar del que quizás nunca debió salir. En estos 7 meses que han transcurrido desde que lo conocimos se ha muerto su madre, si la burocracia (aquí y allá) no lo hubiera impedido él habría podido verla antes de morir y ella a él, pero la burocracia no entiende de sentimientos, después de 7 años consigue trabajar el último mes….se va sin rencor, paciente como es él, así es la vida dice siempre...(me cuenta Juan). Llegó hasta nosotros con ilusión, pasado el tiempo cayó en la desesperanza y ahora se va con alegría. Estoy segura que su familia gana con su vuelta, pero nosotros perdemos con su ida, no toda la gente va regalando sonrisas en este mundo cuando se habita en la adversidad. Quiere estar en su casa el 4 de octubre para la fiesta del cordero y no ha querido grabar un vídeo de agradecimiento porque le da vergüenza, eso sí, ha dejado la dirección de su casa en Senegal por si lo quereos visitar ¿se puede ser más grande?

Esta la historia de Yousuff, de los miles que como él hay en este país convertido a veces en una ratonera en la que es difícil entrar y mucho más salir. Y también es la historia de Juan y de los miles que como él hay en este país dispuesto siempre a ayudar y a pelear por lo que creen justo. Es nuestra historia aunque no la cuenten los libros.
  
Yousuff en febrero
Juan y Yousuff ahora en estos días

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